martes, 18 de febrero de 2014

Follar en el coche

Siempre he pensado que follar en el coche es muy excitante. Me devuelve a esos primeros polvos furtivos echados en el coche en cualquier descampado porque no aguantas más y necesitas arrancarle la ropa y sentir cómo su polla te penetra por fin. 
A estas edades (casi los 30 tengo ya), si echo un polvo en el coche es por la excitación de que puedan verte, no por necesidad, como cuando teníamos 17 años. Por la falta de espacio, que le añade un toquecito, que te aleja de la rutina. También por la excitación de lo prohibido, de buscar un sitio apartado y más o menos oscuro, de cambiar de postura, de hacerlo con la ropa medio quitada. 
Reclinar el asiento del copiloto, empezar a apartar la ropa, besos pasionales, manos que palpan, carne que empieza a entreverse con la luz de una farola cercana... Me parece realmente excitante.
Una vez incluso se acercó un mirón y nos observó follando en el coche. Nos excitó tener público, nos calentó aún más. Y cuando mi chico de aquel momento se corrió sobre mis tetas, el mirón jadeaba haciéndose una paja. Estalló al verme cubierta de leche, recogerla con los dedos y llevándomela a la boca, saboreándola para ellos dos. Esa vez no le dejamos participar. No volvimos a verle. Pero siempre nos quedamos con el recuerdo tan excitante de sentirnos observados.
¡Gracias por leerme!
Siempre vuestra,
Carlota.

1 comentario:

  1. Ya se echaban de menos tus aventuras. Sabes cómo acertar en la diana jijiji.Sigo sin poder acceder a mi cuenta de Twitter. Ponte en contacto conmigo por favor.

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